Un bicho extraño es un fantástico  cuento que sigue la fórmula de los llamados cuentos sin fin porque cuando acabamos, podemos empezar de nuevo y ya sabemos qué pasa cuando acaba un cuento que le gusta a nuestros peques … La rima y el ritmo son esenciales en este cuento que nos invita a contarlo de muchas maneras, incluso a que sean nuestros peques los que nos ayuden a contarlo poniéndole a nuestro bichito pasa, rabito, bigotes…

¿Contamos el cuento?

 

 

 

 

Situaciones de aprendizaje sugeridas

Pelar un huevo

 

 

Quitar la cáscara a un huevo duro es un excelente ejercicio de concentración. Cerebro, ojo y mano conectados para realizar una tarea que nos llenará de satisfacción terminar. Con los pellizquitos necesarios para quitar la cáscara conseguiremos una pinza fina muy precisa.

Batir un huevo

 

 

Esta situación de aprendizaje nos facilitará la experiencia de : conocer cómo el un huevo por dentro dintinguiendo la clara de la yema, cascar huevos empleando la fuerza y la precisión, conocer la transparencia a través de la clara del huevo, romper la yema con el dedo y ver qué sucede… En un bol (recomiendo alto) batiremos cada uno uno con un tenedor o un batidor. A los peques les encanta esta autonomía y todavía más si p0ueden agregarle cosas al huevo como harina, azúcar, leche… Batiendo se realiza un ejercicio de resistencia y entrenamiento a la vez que manejamos la coordinación y el equilibrio de nuestro cuerpo.

 

Romper cáscaras de huevo

 

 

Con ayuda de unos cartones, un tubo igualmente de cartón y un poco de papel film fabricaremos este original mortero en el podremos ir visualizando cómo se rompen las cáscaras y calculando la fuerza necesaria que tenemos que aplicar para conseguirlo. Trabajaremos la coordinación y la paciencia puesto que, hasta que las cáscaras de huevo no se rompan totalmente en trozos pequeños el trabajo no estará terminado. El equilibrio y la lateralidad también son aprendizajes protagonistas.

 

¿Dónde está el ratón?

 

 

Esta acividad consiste en encontrar la foto de un ratón escondida tras un papel semiopaco (como un folio) al que alumbraremos con una linterna. De esta manera la luz revelará qué hay detrás y podemos encontrar al ratón. El reto de unsar una linterna y de entender el mecanismo de acción del interruptor nos ayuda a afianzar la toma de decisiones y la autonomía además de ejercitar nuestra agudeza visual

Ratón corredor

 

 

Con un tubo de cartón que decoraremos previamente (cada niño el suyo con la técnica que elijamos: pincel. brocha, rodillo, esponja…) fabricaremos este divertido ratón corredor que nos ayudará a a prender a ovillar. Este ejercicio pone en juego nuestra coordinación y el cruce de hemisferios integrándolos y activando las neuronas del curpo cayoso... ¡un estupendo ejercicio de gimnasia cerebral!

 

Disfraz de ratonicito

 

 

Disfrazarnos estimula la creación de mundos y situaciones imaginarias o reales, que facilitan la expresión de habilidades sociales y lingüísticas. Se desarrolla la empatía. Los niños exploran su personalidad y afrontan nuevos retos. Expresan sus sentimientos de un modo sencillo, lúdico y casi inconsciente. Si además nos disfrazamos de un animalito como el ratón aprendemos cómo andan, cómo se mueven, cómo se persiguen y que características tienen: orejas grandes, bigotes largos y rabito…

 

Bigotes de ratita

 

 

De nuevo vamos a jugar pensando en desarrollar la destreza manual y el gesto de la pinza. Vamos a utilizar espaguetis para que sean los bigotes de nuestro ratón que pincharemos en un hocico de plastilina como se ve en la foto. En estos bigotes insertaremos macarrones, bolitas con agujero, cereales con forma de rollito…

 

Tus orejas, mis orejas…

¿Qué tipo de orejas tiene cada animal? Las de los ratones ya las conocemos pero, ¿Cómo son la del resto de los animales? Un fantástico ejercicio de observación. Se pueden hacer de cartulina o de fieltro, se pueden unsar diademoas o simplemente se pueden usar fotos de los animales que tienen unas orejas más reconocibles para que los niños y nilas destaquen las diferencias: grande-pequeñas, caidas-de punta, blamcas, negras, rosadas… Una actividad que nos permite diferenciar y apreciar las semejanzas, además de conocer más cosas sobre los animales. 

Labarse los dientes de ratón

 

 

A veces, aunque son demasiado pequeños, los niños quieren empezar a cepillarse ellos solos. Es importante dejarles intentarlo y felicitarles por ello. Es importantísimo inculcar una buena higiene dental aunque los peques no se laven del todo correctamente y se dediquen a morder el cepillo. Cada vez de dan más casos de caries en pequeños de manera que podemos emprzar en la escuela con este hábito que nos ayuda a ejercitar la coordinación manual y viso-motríz al mismo tiempo que es una estupenda práctica de autocuidado y autoconocimiento de nosotros mismos.